T. Hernández/Valencia
Las protestas por los derechos de los 32 mapuches que permanecen encarcelados y en huelga de hambre han llegado hasta España. Un grupo de inmigrantes y autóctonos se concentraron el pasado martes 24 de agosto a las puertas del consulado de Chile en Valencia.
De este modo, personas de países como Guatemala, Argentina, Chile, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Argelia, Colombia o México manifestaron su solidaridad con este pueblo indígena.
Entre curiosos turistas ingleses que desconocían la historia de las represiones en Chile hacia el pueblo mapuche, y la presencia de policías españoles que vigilaban a los concentrados, se leyó un manifiesto redactado con las frases que escribieron decenas de inmigrantes y valencianos de Migrarte (un colectivo que mediante el arte defiende los derechos humanos de todas las personas).
Gonzalo Quinaluisa, un indígena ecuatoriano, megáfono en mano, leía: «Mapuches vosotros sois nuestra raíz con la madre tierra, nosotros somos la voz de la conciencia. Juntos somos uno y uno es amor. Para vivir en armonía tenemos que escuchar los ritmos de la naturaleza, aprender de ella. Por ello apoyamos a todos los colectivos que nos recuerdan la importancia de su cuidado». Y añadía que se manifestaban para acabar «con el empeño del estado chileno de promover e interponer la ley antiterrorista, con la mentira y la especulación, negando los derechos legítimos del pueblo mapuche». Por todo ello exigían «la libertad de los presos mapuches, el retiro de las falsas acusaciones racistas y que se deje de acosar la vida de las personas que por derechos propios son libres».
Julia Castillo, inmigrante boliviana, recordó que no es sólo «la lucha de un pueblo, sino la lucha de todos los pueblos indígenas». Junto a ella la chilena Marlore Morán levantaba un cartel que preguntaba «¿Quién es más terrorista, el que lucha por sus derechos o el que encarcela, miente, mata y condena?». Mientras tanto, Aixa García, inmigrante argentina, leía la carta de los mapuches en huelga de hambre. Una realidad de la que no se informa en los medios de comunicación españoles como así se denunciaba en este acto.
Los presentes, en un respetuoso silencio, escucharon la canción en mapudungun «Chemu Ama” que narra la historia de las madres mapuches y el dolor que sienten al perder a sus hijos mientras que reivindican las legítimas demandas de su pueblo.